sábado, 19 de agosto de 2006

Manual de uso para bloggers de útima hora.

Consciente de que la tecnología tiene sus indudables ventajas pero también sus trampas (acabo de tropezarme con una. Recuerden chicos: los blogs NO disponden de memoria breve), me detengo a reflexionar sobre sus usos y abusos. Queremos ser modernos y meternos enteritos en la red, con nuestras vivencias y nuestros pensamientos iluminados, pero ¿sabemos verdaderamente aprovechar la ocasión que se tenemos delante? ¿Estamos preparados para presentarnos potencialmente al mundo entero con nuestra misérrima página personal? Dando por sentado que si nos abrimos un blog dejando abandonados los viejos diarios de papel con su candadito y las llaves colgando (las olvidábamos constantemente... ningún secreto es tan secreto) es porque queremos que alguien más nos lea, pues tenemos que currárnoslo un poco. Nuestra página tiene que ser interesante, intrigante, divertida y profunda a la vez, y ¿cómo conseguirlo? Echando un vistazo a los blogs de los demás navegantes, llegué a la conclusión de que hay unas pocas reglas básicas a seguir si queremos montarnos un blog con onda haciendo el mínimo esfuerzo. Y cómo soy muy magnánima, decidí compartirlas con ustedes.

1. Primero, hay que saber elegir bien la plantilla, que sería el fondo de color del blog. La estética es importante, y si la presentación es chata muy difícilmente alguien se tome la pena de seguir leyendo. Además, ojo con los colorines, pueden marear. Básicamente lo que entendí es lo siguiente: el fondo oscuro deja más libertad y da un toque más moderno, mientras que con uno claro toca escribir cosas inteligentes si no la cagada resultará aún más evidente. (Yo elegí un tono ocre: me puedo tranquilamente difuminar hacia la boludez sin llamar demasiado la atención. Fade to kitsch.)

2. Ya que estamos con las cuestiones estéticas, es importantísimo que en el blog no falten las fotografías. Digamos la verdad: si no hay imágenes nadie te da bola, la gente primero busca una foto que le guste y luego lee el texto. Aquí también pero tenemos que ir con cuidado: poner demasiadas fotos tampoco va bien ya que nos podrían acusar de falta de contenidos (un fotoblog es para niñatos, o para fotógrafos). El asunto es delicado, hace falta equilibrio, equilibrio...

3. Multimedia!!! Las fotos solas no bastan, son ya un poco obsoletas: lo que hay que colgar son sonidos!! Videos!!! Hemos aprendido a manejar Google y el E-mule, y ya no es ningún mérito, es lo mínimo; luego hemos descubierto Blogger, y hemos dado un salto para adelante, ok; pero ahora chicos es el momento de YouTube, la gran enciclopedia mundial del video barato!!! Un par de ellos y tendremos una página decentemente moderna. Vamos bien.

4. Contenidos. Y acá viene lo chungo, porque mientras se trataba de adornos bueno, pero ahora hay que sacar cosas interesantes y ¿cómo orientarnos? Miren, observando acá y allá ejemplos ajenos pude deducir que el cocktel perfecto para que el público se quede definitivamente enganchado con nuestra página y nos ponga en Favoritos es el siguiente:
1/4 de introspección, 1/4 de crítica literaria y/o musical y/o cinematográfica, 1/4 de reflexiones cáusticas sobre temas de actualidad, 1/4 de comentarios sobre situaciones demenciales de la vida cotidiana (autoironía), una pizca de consciencia política (sin abusar, puede picar).


Con todo esto considero que tienen suficiente para montarse un blog a la altura de los tiempos que estamos viviendo. Si aún así no lograsen nada bueno, pues consideren seriamente dejarlo para los que puedan y dedicarse a otras ocupaciones (¿qué tal con el sudoku?). Yo voy haciendo de a poquito; a ver si estoy bien encaminada (y si esta vez no se me borra nada...).

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