miércoles, 29 de julio de 2009

Sul Trebević

Di nuovo, stralci dal diario di campo:


"Mercoledí 22.


Non facile riassumere la giornata di ieri. Iniziamo dicendo che il Trebević é una delle montagne che circondano Sarajevo, e nonostante sia alto 1.600 metri, é veramente vicino all’abitato. Infatti noi ci siamo arrivati comodamente in taxi e ci abbiamo messo appena 20 minuti dal centro.

Pare che all’epoca delle antiche popolazioni slave fosse considerato una montagna sacra (al tempo si chiamava Zlatni Do). Negli ultimi decenni era diventato una delle principali mete per le gite fuori porta dei Sarajevesi: cosí vicino alla cittá, ma allo stesso tempo cosí verde e boscoso, con delle panoramiche incredibili sulla cittá, era oltrettutto servito da una teleferica che dalla Biblioteca lasciava direttamente sulla prima vetta. Nell’84 si sono tenute qui le Olimpiadi Invernali (assieme all’Igman e Bjelašnica), evento che ha ancor di piú accresciuto l’attaccamento dei cittadini di Sarajevo alla montagna. Come dice Tarik, il Trebević era un simbolo di Sarajevo.

Tutto ció é finito con la guerra: sulla montagna si trovava la prima linea del fronte, ed a tutt’oggi il confine tra la Republika Srpska e la Federacija lo attraversa in maniera irregolare (con il taxi lo abbiamo passato due volte, e il bar in cui abbiamo preso la birra alla fine era giá in RS). Non solo la guerra ha provocato la distruzione quasi completa di tutte le istallazioni olimpiche, della teleferica, dei bar e ristoranti, dell’osservatorio astronomico, ma ha anche lasciato in ereditá ai sarajevesi una quantitá non precisata – ma molto alta – di mine antiuomo. In pratica il Trebević era tutto un immenso campo minato. Ora il terreno é stato quasi completamente bonificato (pare che finiranno ufficialmente a settembre di quest’anno) – ne rimane ancora un campo dietro l’osservatorio; nonostante questo la gente non si fida e non ci va piú. Tarik ci mostra alcuni cartelli che segnalano la presenza di mine e ci assicura che, lui che conosce bene la montagna, lí ci é stato e non ci sono mine : « E’ politica, per spaventare la gente ». Mine o non mine, pr i sarajevesi é territorio maledetto, per il doloroso ruolo che la montagna ha avuto durante la guerra."



"...Mano a mano che percorriamo la pista da bob noto dei buchi sulla parete, nei punti dove si alza ed arriva piú o meno alla testa. All’inizio penso che siano fori di proiettile, o granate poi peró mi rendo conto che sono tutti alla stessa altezza e della stessa grandezza; Tarik mi chiarisce il dubbio, non sono fori di proiettile, ma aperture fatte dai chetniks per rimanere protetti mentre sparavano sui soldati della Armija appostati pochi metri piú in lá. La linea del fronte correva sotto la pista da bob, letteralmente..."



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E riguardo a quanto scrivevo ieri, ci sono momenti in cui il magone e la vertigine tornano alla carica prepotentemente. Si rischia di diventare stucchevoli a ricamare su com'é orribile la guerra e su quante sofferenze deve aver causato, quindi me lo risparmieró, ma volevo solo dire che trovarsi nell'esatto punto da cui il cecchino spiava la cittá e prendeva la mira fa male.

martes, 28 de julio de 2009

Dopo le prime visite



Dal diario di campo, una piccola considerazione dopo aver ricevuto la prima visita di amici

"Vedere l’effetto che Sarajevo ha su chi non ci é mai stato mi aiuta a ritrovare un po’ le sensazioni che ho provato l’anno scorso appena arrivata in Bosnia, e che, se devo essere sincera, non sto riprovando quest’anno. Quando abbiamo passato il confine in macchina con mio padre e subito abbiamo cominciato a vedere le prime case distrutte, lui ha cambiato faccia all’istante e gli é venuto un nodo alla gola. Queste visioni a me continuano a colpire molto, ovvio, ma é una sensazione piú distaccata, piú intellettuale che emotiva diciamo. E suppongo che in parte sia necessario, non si puó vivere costantemente al bordo del pianto. Ma non vorrei che mi stessi assuefando alla vicinanza dei segni delle tragedie da poco passate. Solo in alcuni momenti specifici il magone é tornato (ad esempio, alla vista del cimitero di Koševo, o sul Trebević) ma in ogni caso non forte come l’anno scorso. La definirei piú indignazione che magone. In ogni caso, sono sorpresa dalla velocitá con cui mi sono abituata a vivere circondata da un paesaggio cosí martoriato. La banalitá del male, come scriveva Hannah Arendt. Appena torno me lo leggo".
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lunes, 6 de julio de 2009

Cosas de perros

A propósito de esto (preámbulo):

"Hola Manuel,
te escribo para decirte que el artículo que publicaste en tu blog sobre los anímales de compañía me cae perfecto hoy, y lo he leído con mucho interés, pues estoy muy enfadada por algo que tiene que ver con el petichismo. Te cuento brevemente: en mi piso de Sarajevo tenemos un huesped canino, una doga argentina, que se quedará con nosotros un par de semanas pues su dueña, amiga de mi compañera de piso, de momento no puede cuidarla. Para que nos situemos, el dogo argentino es un perro de caza y guardián, con un tono muscular de todo respeto y una dentadura como para quedarse quietos y no andarse con tonterías delante de él (http://es.wikipedia.org/wiki/Dogo_argentino). Menos mal que la doga en cuestión es muy buena (no como sus semejantes que por lo visto hacen estragos de niños allá por su país de orígen) y, sobretodo, está deprimida, por lo que es completamente inofensiva. ¿Y por qué está deprimida? Pues porque su dueña ha decidido que no hace ninguna falta sacar a pasear un perro de 60 kilos nacido para el monte, que puede quedarse tranquilamente sentadito en casa al lado del ficus esperando a que ella vuelva de sus quehaceres, y también que cuando dichos quehaceres son demasiados, al perro no le importa en absoluto ser mudado cual paquete postal a otro piso (el mío), total, no se entera. Por deber de información, mejor especifique que la señorita dueña no está de viaje, está aquí, y ayer vino de visita para darle una palmadita en la cabeza a su bestia de la que yo, por ahora, limpio los restos físicos de mi terraza.
Ahora bien, más allá del enfado general, el artículo me hace reflexionar sobre el sentido que puede tener para la mencionada dueña tener un perro cuando, evidentemente, no lleva un estilo de vida adapto a ello. Cabe decir que la chica no lo eligió del todo, pues el perro es lo que le queda de un anterior matrimonio fracasado: el marido se marchó con el perro chiquito y viejo, y a ella le dejó la grande y joven, vaya... Pero lo que me pregunto es ¿por qué no decidir que el perro no le va bien y dejárselo de una vez a alguien que lo trate dignamente? Luego podría comprarse un gato - el animal de compañía de la mujer "emancipada", como decías tú, y de hecho el que yo prefiero - o simplemente una planta, si el tema es dar un toque de color al hogar. Pues tal vez el gato no sirva si el caso al que nos enfrentamos, y arrojo una hipótesis porque la chica no la conozco, fuera el de una persona que necesite saber que alguien depende tanto de ella que si no está, directamente, se deprime. A mi gata le importa un pepino si estoy fuera todo el día, basta con que le deje comida y ella está más que satisfecha; a la perra le duele en el alma cada vez que alguien sale sin ella, llora, sacude el rabo como una desperada como diciendo "mira que simpática soy, voy a portarme bien, sácame sácame". Porque su naturaleza es estar fuera, no dentro. Y sin embargo ella es tan educada como para no estar todo el tiempo dando tumbos en la terraza y ladrando a la luna, ni siquiera se atreve a subir las escaleras para pasear por los dormitorios: ella sabe ya que su lugar es la terraza y el salón, exactamente como las plantas: función decorativa. Y si de vez en cuando llega a hacer sus necesidades en la terraza (siempre porque nadie la saca) las hace en una esquinita, para no molestar. Definitivamente, se porta bien (mejor que su dueña desde luego): no nos recuerda que tan natural podría llegar a ser si sólo lo quisiera, no, ella se sienta educadamente en el sillón y suspira hondo con los ojos tristes. Tan urbana es que sufre del más urbanos de los males: depresión.
¿Volvemos al funcionalismo? No lo sé, pero me parece que la perra sí desempeña ciertas funciones para su dueña: la decorativa ya la hemos mencionado; la de chivo expiatorio quizás, pues es lo que queda de la figura del marido y por eso la trata con suficiencia y se hace rogar. Incluso me atrevería a decir que es un sustituto de las funciones reproductivas, ya que la chica ahora mantiene una relación lesbiana (no sé si esto ha sido la causa o la consecuencia del fracaso matrimonial) y por lo que tengo entendido la fecundación artificial no es muy común en Bosnia; la perra podría ser el hijo que nunca tuvo, que se queda quieto en la cuna mirándola con ojos llenos de amor y súplica, y cuya sobrevivencia está en sus manos (¡qué gran sensación de poder! lástima que el niño pese 60 kilos y tenga unas mandíbulas que dan miedo). Finalmente la perra es la que la hace sentir menos frustrada cuando la novia se marcha de viaje de trabajo a Europa Occidental (Italia, Francia, lo que sea, se ve que pasa a menudo) mientras ella se queda anclada en la alegre localidad de Pale, Republika Srpska. Quizás le alivie saber que hay otra en la casa que lo pasa fatal. Pero al final son más parecidas de lo que ella cree: las dos se quedan encerradas, esperando delante de la puerta a que alguien regrese.

Pd: a todo esto, la perra y yo nos hemos hecho amigas y yo, la a que no le gustan los perros, la trato mejor que nadie aquí.
Ppd: se me ocurrió un relato tremendo de un joven autor canadiense, Craig Davidson, sobre peleas de perros. Acerca de manera increíble al perro y de igual manera aleja de los seres humanos. Está contenido en un libro cuyo título original es "Rust and bone" (óxido y hueso), si lo encuentras en español te lo aconsejo."


Pppd: la foto es de anteayer. hoy por fin brilla el sol incluso en el corazón de los balcanes.

viernes, 3 de julio de 2009

Cerco l'estate tutto l'anno

...e sul piú bello che arriva, qualcosa in me decide che é meglio andarsi a rifugiare tra le montagne, dove piove tutti i giorni e la mattina ti svegli con la nebbia. ottima scelta, tempismo folgorante.

ma non vorrei dare l'idea di essere insoddisfatta del cambiamento, né tanto meno mettermi a parlare del tempo. non qui almeno, visto che a riguardo i commenti quotidiani con i miei coinquilini (anche loro imprecanti) si sprecano.
il fatto é che, date le condizioni atmosferiche, in realtá fino ad ora le mie prime due settimane sarajevesi (o sarajevite? ancora non l'ho capito) sono trascorse in modo decisamente casalingo. come giustificazione posso dire che la prima fase del lavoro di campo consiste nell'impregnarsi dell'ambiente circostante, ma in questo caso mi sarei impregnata solo d'acqua, quindi ho preferito concentrarmi su attivitá piú teoriche e rimandare le esplorazioni.
di conseguenza anche la raccolta di perle balcaniche che vadano ad infoltire la mia personale collezione di folklore urbano é andata a rilento.
per il momento ho osservato che:

- i guidatori qui sono decisamente disciplinati rispetto alle performances a cui ho assistito l'estate scorsa, ma comunque non tutti riescono a trattenersi davanti a un pozzangherone a fianco del marciapiede. ne ho visto piú di uno accellerare giusto prima di prenderlo in pieno. poi ho visto solo fango sui miei occhiali.
- se vai a spasso con un cane senza museruola (ah! ho momentaneamente un cane. é enorme, depresso e puzza da paura perché gli stanno marcendo le orecchie) i vigili ti richiamano subito e ti ricordano che sono 50 km di multa, ma non sia accorgono che mentre lo dicevano é passato davanti ai loro occhi un motorino con tre persone a bordo, tutte senza casco.
- parlando di cani, i villici non sono per niente abituati a vivere a contatto con la razza canina. ogni volta che vedono apparire alfa (il cagnone puzzolente e depresso) sbiancano e coinciano a saltellare da tutte le parti. suppongo che la sovrabbondanza di cani da passeggio sia una caratteristica delle opulente e decandenti societá occidentali. credo anche che i musulmani non usino tenere cani in casa perché li considerano esseri impuri. e non hanno proprio tutti i torti...
- infine, un dato statistico-economico appena sfornato dal mio cervello: il costo della vita é la metá che barcellona/venezia (facciamo una media aprossimativa), se prendiamo come unitá di misura il caffé e il giornale, che costano 1 km, noi li paghiamo 50 centesimi perché 1 euro sono 2 km. ora peró ho scoperto che un cameriere, o quello che da noi sarebbe un milleurista, prende in media 250 euro, massimo 300, al mese. cioé 1/4. quindi in realtá a lui il caffé costa il doppio del normale. non so se si é capito il ragionamento, ma ha un quarto della mia capacitá d'acquisto. quindi sono ricchissima. e se io, proprio io, sono ricchissima, vuol dire che la loro economia é presa veramente male...

per non appesantire gli animi dopo questo dato catastrofico (che pessimismo suvvia! la solita comunista jettatrice), vi lascio con una perla musicale locale. la mitica Babi Dol e i suoi ritmi balcano-tropicali, dal lontano 1991 quando ancora la Yugo era Yugo (occhio alle citazioni cinematografiche!):