Planes B

Recién vuelta de la primera tanda de mis vacaciones de agosto, no dedicaré el primer post a resumir mis peripecias de la última semana. Eso vendrá después, pero lo primero es lo primero.

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Y en este caso, lo primero que tengo que hacer es reivindicar la importancia de los planes B. Quiero dignificar eso de que una parte con una idea y luego, por circunstancias X, tiene que modificar su programa y al final se lo termina pasando mucho mejor.

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Un plan B no pide expectativas.

Un plan B nunca decepciona, porque nace de una decepción previa.

Un plan B puede llegar a sorprenderte mucho, porque fermenta en la incertidumbre.

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Si quieres sorprenderla, regálale un Plan B.

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